Colaborar es el principio creador de las organizaciones sanas
La filosofía ágil está impregnando poco a poco el trabajo de equipos y organizaciones de cualquier sector. En ella se enfatiza la comunicación cara cara por encima de engorrosos procedimientos y la excesiva documentación y es aquí donde la participación, la responsabilidad y la confianza cobran protagonismo.
Para favorecer la aparición de una cultura ágil hay que valerse de prácticas novedosas, distintas a las habituales basadas en el ordeno y mando, donde primen las relaciones honestas y la confianza sobre los juegos de poder.
A continuación explico como mejorar la salud organizativa y los resultados a partir de la colaboración.
Si has tenido oportunidad de contactar con alguno de tus deseos más profundos [1] te habrás dado cuenta que el primer impulso es comentarlo con las personas que sientes cerca (exponer) y después encontrar aliados que te ayuden a cumplirlo (colaborar).
Iniciar el proceso es un acto espontáneo y se vive como algo natural porque colaborar es el principio creador de la vida [2] y por tanto, de las personas, los equipos y las organizaciones.
Mediante la colaboración los humanos adquieren la propiedad psicológica de las tareas ante un grupo social. Un sentimiento que no se puede forzar de ningún modo porque emerge de forma natural y se basa en la conexión que establecen libremente las personas con ciertas ideas, objetos, relaciones o compañeros. Además, es un factor que contribuye positivamente a la mejora del bienestar y el rendimiento de los participantes al fomentar su autonomía y su responsabilidad.
En el contexto organizativo, identificarse con este sentimiento es la esencia cultural de la empresa, única para cada una de ellas y por eso una ventaja competitiva inimitable. Crear cultura de compromiso y participación requiere líderes que convoquen a su gente a través de nuevas prácticas y contextos. Pasar del foco centrado en el control a ponerlo en la evocación de la sabiduría, las capacidades y "posesiones" de los participantes. Porque las personas solo despliegan su talento cuando creen en lo que hacen y se apropian de sus tareas si esto sirve a la vez a su realización personal y a los objetivos de la compañía.
Este espíritu de colaboración (de equipo) es un atmósfera que aparece con el tiempo, cuando se integra en el modo normal de hacer las cosas en la organización. No se puede pretender que un taller o una jornada de unas pocas horas tenga un poder transformador tan enorme.
Ordenando un listado
El fenómeno tiene más de interacción continuada que de introspección puntual y es una práctica saludable para el aprendizaje y la innovación en las organizaciones porque aporta la materia prima y el ánimo desde donde trabajar con sentido cualquier proyecto.
Colaborar y jugar, todo es empezar
Completando una matriz
- Ambas son actividades en las que participamos con otros. Son más un goce compartido, donde la franqueza y la aceptación son inherentes, que un placer solitario.
- Se desarrollan en un marco abierto y seguro donde ejercitamos nuestra imaginación y nuestro poder sin miedo. Los actos de los participantes tienen consecuencias, pero todos son libres de mostrarse vulnerables y de expresarse, porque el perdón impregna el ambiente.
- Jugar solo es divertido si participo voluntariamente, colaborar también.
Telaraña para crear cultura de equipo sin enredos
Existen infinidad de recursos pedagógicos para activar la colaboración, tantos como creatividad y arte posea el facilitador para darles sentido en el contexto que se esté trabajando. Los que yo utilizo habitualmente son los siguientes, listados, matrices, telarañas, lienzos y juegos de construcción:
- Los listados me sirven para ordenar preferencias y exteriorizar el sentir del grupo.
- Las matrices ayudan a clasificar propuestas individuales dentro de un marco determinado.
- Las telarañas vienen muy bien para ponderar categorías y emerger malentendidos.
- Los lienzos (canvas) son excelentes para mantener presentes los planes y visualizar su evolución.
- Los juegos de construcción son ideales para simular situaciones bajo presión en los equipos y estimular la innovación a través del prototipado.
Ejemplo de lienzo para gestionar cambios en las organizaciones y no despistarse
[1] El más reconocible se llama vocación pero existen muchos más y podemos ponerles el nombre que queramos, eso es lo de menos.
[2] De hecho, tu eres fruto de la colaboración de dos personas al principio de tu historia.
Vicente Climent Alberola
Psicoterapeuta
Profesor del MBA Executive de Escuela de Negocios FEDA
Twitter: @vicentecliment
Linkedin: Vicente Climent