Objetivo: crear monopolios temporales
La competencia perfecta no existe
La competencia perfecta es una de las teorías de mercado de mayor aceptación a nivel empresarial; es la que dice que en un mercado deben existir gran cantidad de compradores y de vendedores de tal forma que ninguno de ellos pueda ejercer un papel dominante en el mercado.
En las escuelas de negocio como FEDA Business School en sus programas MBA, se estudia la teoría de la competencia perfecta como un modelo de evolución empresarial en el que las mejores sobreviven y las no tan buenas desparecen.
La competencia existe desde que nacemos, así por ejemplo, cuando somos jóvenes el propio sistema nos enseña a competir con compañeros de clase por la mejor nota para sobresalir o para entrar en las mejores escuelas superiores.
Pero ¿La competencia es eficiente? Reflexionad sobre esta afirmación: Competir requiere el uso de recursos económicos, de esfuerzo, de tiempo y de otros, en los que alguien siempre pierde, y en el que quizás nadie gane.
Me explico con un ejemplo: en un mercado aparentemente de competencia perfecta, como por ejemplo los sistemas de almacenamiento en la nube tipo Dropbox, todos ofrecen un producto similar y por tanto generan gran competitividad. La lucha es tan alta que algunos toman acciones estratégicas muy agresivas bajando precios para conseguir un mayor volumen, pero el resto de competidores, ágiles en su respuesta, realizan la misma estrategia equilibrando de nuevo los clientes como al principio. Pero en este preciso momento algo ha cambiado en el mercado: el margen. De repente, todos los agentes de éste sector realizan el mismo servicio que antes a un menor margen. En este mercado algunas empresas caen, pero no hay ganadores, hay sobrevivientes que por la falta de margen no permite atender como es debido a sus empleados ni clientes, empeorando las condiciones generales de mercado.
Las empresas enfocadas en la competencia pierden de vista al cliente, que es lo realmente importante, y se centran en sus competidores.
Entonces ¿Es esta la única solución? ¿Sólo se puede competir? La respuesta es no.
La búsqueda de monopolios como acción estratégica
Si competir no es siempre la solución más óptima, habrá que buscar formas de no competir. Y eso sólo se consigue creando valor real antes no existente en mercados inexistentes, y por tanto sin competencia. Esto es lo que llamamos monopolios creativos temporales, y existen técnicas como Océanos Azules que ayuda a conseguirlo.
Un monopolio es una situación de mercado en el que una empresa tiene cierto poder en el mismo, como por ejemplo, libertad en la imposición de los precios de su producto. Una empresa con mayores márgenes, y no preocupada rutinariamente por la rentabilidad de su proyecto, es una empresa que puede pensar en cómo construir un modelo de empresa ejemplar para sus empleados, en cómo retornar inversión a sus accionistas para que estos la puedan invertir en otras, o como solucionar grandes retos de la humanidad como el avance tecnológico para llevar agua donde no la hay, o para llevar la comunicación a los lugares más insospechados del mundo con el avance que eso supone a nivel educativo y sanitario.
¿Cómo se crean los monopolios?
Es difícil, pero no imposible. Todas las empresas en situación de monopolio tienen una característica en común es que disponen de una tecnología propia. Por tanto el primer paso es localizar un pequeño nicho de mercado, muy pequeño, y desarrollar una tecnología propia que satisfaga un problema no descubierto. Es decir, crear.
Dominar un pequeño mercado es mucho más fácil que intentar dominar el 1% de un gran mercado. No lo dudes ni un momento. Es la teoría de las cohortes de Lean Startup. A veces para monopolizar
El segundo paso es ampliar este mercado con acciones de expansión a otros mercados relacionados y algo mayores. Es una operación de secuenciación de mercados, que además tiene que estar estudiada y realizarse bajo un plan. En esta fase es clave buscar elementos que te permitan escalar la compañía.
A partir de aquí gestiona bien tu marca como tercer paso, pues tu marca en sí mismo tu primer monopolio, pues sólo tuyo es el control de la misma.
No es necesario ser disruptivo para crear un monopolio. Ser disruptivo significa romper con lo establecido, y para hacer esto, ya estaríamos tomando como referencia lo establecido, es decir, la competencia. Céntrate en nichos de mercado y busca problemas no encontrados que solucionar.
Otro tema curioso es que las empresas que gozan de verdaderos monopolios dicen no tenerlo para no llamar la atención de las autoridades de control, y aquellos que no lo tienen dicen tenerlo para difundir un mensaje de diferenciación única que en verdad no tienen.
De esto y muchos temas similares, hablo en mi libro “Emprendimiento digital y su aplicación a la empresa” que saldrá como suplemento de los diarios El Mundo y Expansión, el Sábado día 24 de septiembre.
Pascual Parada – Consultor de estrategia empresarial
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