Innovation Outpost y la necesaria reinvención de la innovación corporativa

En un mundo donde todo cambia cada vez más rápido es evidente que las empresas necesitan reinventar el concepto innovación. El modelo actual no es suficiente para abordar los desafíos que están generando las tecnologías exponenciales. Para poder capitalizar las oportunidades (y hacer frente a las amenazas) las empresas deben desarrollar nuevos enfoques. Necesitan transformar sus estructuras, procesos y modelos de negocio y muchas de ellas no cuentan con la agilidad suficiente para adaptarse.

Sin duda estamos ante el desafío más complejo al que jamás se han enfrentado la corporaciones clásicas. Las startup les están comiendo terreno a pasos agigantados. Uber, Airbnb, Netflix, Instagram, Spotify, Tesla, Waymo apenas llegan a la adolescencia y ya han desplazado a empresas consolidadas consideradas hasta hace poco intocables. Desde los taxistas hasta Kodak pasando por los hoteles, las televisiones, la banca, los seguros, el retail… incluso industrias con altas barreras de entrada, como la automotriz. Y muchas de estas empresas que se están viendo afectadas tienen larga experiencia (y presupuestos) aplicando I+D+i. Nadie (casi) escapa a este nuevo fenómeno. Para intentar evitarlo las empresas deben reinventar su enfoque respecto a la innovación considerando que:

  • La innovación en modelos de negocio es tan importante como la innovación tecnológica.
  • El ritmo ha de ser cada vez más rápido.

Para ayudar a las empresas a abordar este desafío nacen los Innovation Outpost como Dreamers Factory.

¿Qué es un Innovation Outpost?

Es una organización que facilita y acelera la innovación estratégica de las empresas operando dentro de un ecosistema en el que conviven startups (emprendedores), corporaciones (intraemprendedores), inversores (business angels, venture capital…) y conectores.

A través de un Outpost las corporaciones se inspiran en lo que denominamos “Startup-Driven Innovation Strategy”: un modelo de innovación con el cual las empresas aplican cultura, herramientas, metodologías y experiencias extraídas del ecosistema startup (emprendedores, aceleradoras, inversores, metodologías lean,…). Corporaciones como Unilever, American Express,  Ford, BBVA,  etc. están presentes en el ecosistema de Silicon Valley y colaboran o adquieren startups de forma rutinaria. Y esta tendencia crece en la medida en la que cada vez son más las grandes corporaciones que se mimetizan con el ecosistema startup de Silicon Valley.

La “Startup-Driven Innovation Strategy” incluye  elementos organizativos (empoderar equipos y potenciar a los intraemprendedores), financieros (más allá de asignar presupuestos a I+D las empresas han de aportar recursos a los proyectos de Innovation Outpost) y culturales (la innovación puede provenir de cualquier persona dentro de la corporación, así como desde fuera de las cuatro paredes corporativas, particularmente del ecosistema startup).

Un Innovation Outpost realiza una función estratégica clave, detectando con antelación las innovaciones disruptivas que pueden suponer una amenaza para la empresa (modelos de negocio disruptivos que transforman radicalmente un sector) o generar oportunidades. Y para capitalizar esas oportunidades el Innovation Outpost ayuda a las empresas a:

  1. Inventar: aprovechar las tecnologías exponenciales que se utilizan en el ecosistema por parte de startups para generar modelos de negocio, productos y servicios disruptivos.
  2. Incubar: convertir las ideas de la organización (el talento intraemprendedor) en valor creando startups para la compañía.
  3. Invertir: identificar startups que afectan al core business de la corporación y tomar posición en ellas, entrando en contacto directo con el talento innovador y la aplicación de nuevas tecnologías en nuevos modelos de negocio.
  4. Adquirir: comprar startups, tanto por su talento (emprendedores) como por sus productos, servicio, tecnología, modelo de negocio…
  5. Colaborar: con las startups y otros agentes del ecosistema para desarrollar soluciones disruptivas (co-innovación).

Un Innovation Outpost es un espacio ideal para externalizar proyectos innovadores, especialmente aquellos asociados a la innovación estratégica. Fuera de la estructura operativa convencional de la corporación se incrementan la velocidad, la agilidad, las ideas, la capacidad de aprender y las probabilidades de éxito. Se adquieren ideas externas que se aplican, tanto a los proyectos que se trabajan dentro del Outpost como a los proyectos que la compañía continúa manteniendo a nivel interno (más orientados al corto plazo). Para ello es importante asegurar que los equipos externalizados que trabajan desde el Outpost interactúen constantemente con la I + D corporativa y las distintas unidades de negocio.

No solo Google, Facebook, Uber, Airbnb o  Amazon trabajan con este modelo de innovación; también corporaciones como Ford, General Electric, etc. Hemos visto como Google ha adquirido Nest o recientemente Ford ha adquirido Lime (la startup de patinetes eléctricos centrada en la movilidad urbana). Qualcomm por ejemplo adquirió KMel Robotics para abordar su oportunidad de mercado a corto plazo; invirtió en startups de robótica 3D para alcanzar su objetivo a medio plazo; y para abordar su objetivo de innovación a largo plazo estableció en colaboración con Techstars una aceleradora de robótica en la cual están incubando 10 startups.

Hasta hace poco hablábamos de época de cambios; hoy vivimos un cambio de época. Un período caracterizado por el ritmo vertiginoso de la innovación que se genera de forma simultánea en múltiples campos (inteligencia artificial, machine learning, biotecnología, nanotecnología, nuevos materiales, energía…) y que afecta a todos los sectores e industrias. El modelo de innovación corporativa existente (centrado esencialmente en las contribuciones de la propia organización y su I+D) ya no es suficiente para abordar los desafíos actuales.  Desde Dreamers Factory estamos proponiendo una nueva estrategia para impulsar la innovación corporativa que integra la I+D  con la incubación, la inversión o la adquisición de startups inspirada en las mejores prácticas y experiencias que hemos extraído de los ecosistemas de Boston y  Silicon Valley.

Enrique de la Rica
Director de Eseune Business School y Docente del MBA Executive de Escuela de Negocios FEDA
Twitter: @enriquedelarica